No es casualidad que nuestro personaje, el investigador de lo sobrenatural (si es que puede considerársele así, en el siglo XIX) Jeffrey Hudson, visite el número 50 de Berkeley Square: en la vida real, una casa de ladrillo de 4 plantas construida en 1740, y que en los inicios del siglo 20 fue bautizada como “la casa más embrujada de Londres”.
Dice Charles Harper en su libro Casas Embrujadas, publicado en 1907: “… Parece que algo muy terrible ha embrujado una habitación en particular (…); lo suficientemente terrible como para que haya causado la muerte, entre horribles convulsiones, de al menos dos temerarios que tuvieron el atrevimiento de dormir en la cámara” (la traducción es mía).
Uno de los primeros relatos sobre el fantasma —y del que tuve conocimiento por medio de la novela El mapa del tiempo, de Félix J. Palma— nos remite precisamente a 1840: se trata de la desgracia de Sir Robert Warboys. El joven fue retado por sus amigos a pasar una noche en la habitación encantada; el propietario —por aquel entonces un tal señor Benson— accedió, pero insistió en que el caballero fuera armado, y si algo extraño ocurría, hiciese sonar una campana. Apenas una hora después de su encierro, los amigos y el propietario escucharon sonar violentamente la campanilla, seguida de un disparo. Cuando entraron en la habitación, sir Robert estaba muerto por su propio disparo.
Otros casos conocidos son: dos marineros de Pritsmouth que entraron a pasar la noche, Edward Blunden y Robert Martin (y que terminó con la muerte de Blunden), la criada de una familia que alquiló la casa; el prometido de una de las hijas del propietario. El último valiente que se decidió a ocupar la habitación embrujada de Berkeley Square fue Lord Lyttleton —una especie de experto en fantasmas— en 1872, pero él sí sobrevivió a la aparición aunque, por supuesto, reconoció que “la cosa” era lo más terrible que había enfrentado nunca.
50 Berkeley Square en 1813
También existen varias teorías que tratan de “explicar” la presencia del fantasma. Según Charles Harper, la casa había pertenecido a un tal señor Du Pre de Wilton Park, que encerró a su hermano loco en uno de los áticos. El cautivo era muy violento, y sus gritos y golpes se escuchaban por todo el vecindario; se supone que su fantasma, cuando murió, permaneció en la habitación de su encierro para atormentar a todo aquel que la ocupase. Otra hipótesis nace a partir de las declaraciones de gentes que aseguran haber visto a una niña colgada de la ventana de la habitación maldita, y que se supone encontró la muerte al precipitarse por la misma, huyendo de las malas intenciones de un lujurioso tío. La explicación menos sobrenatural se refiere a un tal Sr. Myers, dueño de la casa, que estaba comprometido con una bella joven que lo dejó plantado el día de su boda. El duro golpe hizo que se encerrara y acabase convertido en un ermitaño, que solo salía de noche a vagar como una alma en pena, y de ahí que se le confundiera con un fantasma.
Actualmente —y esto es algo muy curioso, si se lo quiere relacionar con nuestra historia 1840— el número 50 de Berkeley está ocupado por la librería Maggs Brothers, especializada en “libros raros, primeras ediciones, manuscritos y autógrafos”…
50 Berkeley Square en la actualidad
3 comentarios:
Desde que, siendo niño, vi la pelicula "La Plaza Berkeley" protagonozada por Leslie Howard, sentí el deseo de conocerla.Muchos años más tarde, en mi primer viaje a Londres, acudí a ella con la "necesidad" de verla. Y sigo haciendolo cada vez que voy a Londres, a cubrir esa necesidad. ¿Porque?. Podria decir muchas cosas pero solo diré que es encantadora.
"Plaza Berkeley"... no la he visto, pero lo haré. Una misteriosa "necesidad" Luis :)
Artículo muy bien redactado. Sin sensacionalismos. ¡Excelente!
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