martes, 28 de julio de 2009

Bocetos # 16: Secundarios



viernes, 24 de julio de 2009

'Bright Star', un avance.


Hace un par de meses dedicábamos un post a la nueva película de Jane Campion, 'Bright Star', cuyo argumento está centrado en la historia de amor que vivió el poeta John Keats con una joven llamada Fanny Branwe.


La película sigue sin tener fecha de estreno en España -como informa la página de cine 'Las Horas Perdidas', pero os dejamos en esta ocasión el cartel de la película y el tráiler oficial -con una fotografía bellísima-



martes, 21 de julio de 2009

Victorian Fashion: 1850-1865


Las décadas de 1850 y 1860 son más activas y prósperas que los anteriores años 40 y en cuanto a moda femenina se refiere, las faldas van a continuar su expansión; no solo se ensanchan, sino que empiezan a llevar volantes, superpuestos en capas.

1850

Durante los primeros años, se consigue el efecto deseado sumando gran cantidad de enaguas, pero su peso llega a ser tal que se vuelve insoportable; así pues, en 1856 son reemplazadas por la crinolina, es decir, unas enaguas con aros. Estos aros estaban hechos de acero flexible y podían ir cosidos a la misma enagua, o bien ser una pieza separada que colgaba de la cintura por medio de cintas.

Crinolina

1856

La moda de la crinolina duró aproximadamente unos 15 años, a lo largo de los cuales experimentó diversas modificaciones: alcanza sus máximas dimensiones hacia 1860, y luego comienza a trasladarse hacia atrás dejando la parte de delante casi plana y creando un efecto de cola. Si se ensancharon las faldas, cabe suponer que también lo hicieron las mangas: con forma de campana o estilo 'pagoda', se llevan sobre otras de algodón o lino, a menudo guarnecidas de encajes. La cintura seguirá siendo muy estrecha durante todo el periodo.

1859


1860

1864

1865

Dado que mostrar las piernas es algo sumamente escandaloso en la época, y al ser la crinolina tan ligera -y las faldas tan amplias- que un viento un poco fuerte podía levantarla, comienzan a ser de uso común unos pantalones largos abombados de lino que terminan en puntillas a la altura del tobillo -hablaremos más de ello en otro post dedicado a la ropa interior- Las niñas también comienzan a usar esta prenda, aunque al ser sus faldas sensiblemente más cortas, muestran el borde de ancaje de los pantalones, lo que llega a convertirse con el tiempo en un signo de elegancia.


El intento de reforma de la señora Bloomer


En 1851, Amelia Bloomer llega a Europa con nuevas ideas sobre el vestido femenino: ideas para volverlo más racional pero no menos elegante. Se trataba de una versión simplificada del cuerpo de moda, una falda ancha que llegaba hasta las rodillas y unos pantalones holgados que cubrían hasta el tobillo. Este tímido intento de reforma causó un terrible revuelo, y se convirtió rápidamente en blanco de burlas.


Otros aspectos del vestido femenino

El peinado por excelencia de la época consiste en una raya partida, con los dos lados resultantes cubriendo las orejas, y un moño o rodete grande en la parte baja posterior de la cabeza; también se estilan los racimos de rizos a los dos lados de la cabeza, emulando la moda del siglo XVII. La capota se vuelve tan pequeña que deja a la vista el cabello en la parte delantera, y en la década de los 60, se adorna profusamente con cintas, encajes y lazos.




La moda masculina:

La moda masculina muestra pocos cambios respecto a la década anterior: frac para la tarde- noche, redingote durante el día. Entre los jóvenes, la americana se convierte en una pieza cada vez más popular. Los sombreros de copa se vuelven más altos. A finales del periodo, comienza estilarse el 'traje completo' es decir, chaqueta, pantalón y chaleco confeccionados con la misma tela.


Fuente: "La moda. Historia del traje en Europa desde los orígenes del cristianismo hasta nuestros días" de Max Von Bohen, con un estudio preliminar del Marqués de Lozoya. Salvat. Barcelona 1928-1944

Wikipedia


viernes, 17 de julio de 2009

Entre bastidores


Unas veces se acierta y otras se falla, y pienso que en las paginas del primer capítulo de “1840, la Rosa Secreta”, hay ambas cosas. Uno esta tan metido en el estudio de este proyecto que no puede ver con ojos nuevos las páginas que está realizando.

Vosotros, los seguidores de este blog, sois esos ojos nuevos, esa mirada fresca que me ha permitido ver los aciertos y desaciertos de este primer capítulo, y tener en cuenta muchas cosas para la realización del segundo, que como podéis comprobar, hemos iniciado sin descanso.

Por ello, quiero daros las gracias a todos los que nos habéis dado vuestras felicitaciones, y aun más si cabe a los que nos habéis hecho observaciones y criticas, educadas y argumentadas. Espero no tropezar en las misma piedra dos veces.

El segundo capítulo será más ágil y dinámico en la acción y espero así trasmitirlo en el grafismo. Aquí quiero dar gracias a Mariko por darme un guion pleno de aventura y cotidianidad, y permitirme plasmarlo como lo siento y lo vivo.

Ahora si me disculpan debo retirarme al fondo del estudio para proseguir la fabricación del capítulo II.

Salud.

David Belmonte.

lunes, 13 de julio de 2009

Bocetos # 15: Secundarios





martes, 7 de julio de 2009

'Arthur & George', de Julian Barnes


Dejamos esta vez de lado la literatura hecha en la época victoriana, para abordar una obra moderna que nos traslada a los últimos años de aquel periodo: se trata de ‘Arthur & George’, de Julian Barnes, publicada en España por Anagrama en 2007 y traducida por Jaime Zulaika

Empecemos por recordar como Arthur Conan Doyle acabó aborreciendo a su personaje más famoso, Sherlock Holmes, después de establecer con sus historias la fórmula definitiva de las novelas policiacas y alcanzar, además, un gran éxito de público. Pues bien, el eje central de la novela que nos ocupa es un caso real – un caso, además, muy famoso, sobre el que Barnes se documenta en profundidad-, en el que Conan Doyle tomó parte: George Edalji, un abogado de origen parsi, es acusado de mutilar brutalmente caballos y ganado en la pequeña localidad de Great Wryrley, Inglaterra. Procesado injustamente y víctima de un juicio parcial y lleno de errores, el caso Edalji llega a conocimiento del creador de Holmes, quien rápidamente decide intervenir y luchar por conseguir la revisión de la condena.

Para llegar a este punto, Barnes elige dedicar la primera parte de su novela a presentarnos -con precisión y buen ritmo- a los dos protagonistas desde sus orígenes, es decir, desde su infancia. Y comprobaremos que no existen dos personas más distintas - lo que se refleja de manera textual con el uso de dos tiempos verbales diferentes-: el pulcro y ordenado Edalji, con su vida rutinaria y monótona, en contraposición con el aventurero e impulsivo Conan Doyle, protagonista de una complicada historia de amor. Así pues, Barnes no solo plantea una trama de intriga al más puro estilo ‘sherlockiano’, sino que desde sus inicios la obra se perfila también como una novela de personajes, en la que el desarrollo de los dos principales, rodeados de excelentes y trabajados secundarios, resulta fundamental. Sin embargo, para explicar la complejidad de estos personajes, el autor se verá obligado también a dibujar con minuciosidad su entorno, esto es, la sociedad inglesa de principios del siglo XX, con sus luces y sus sombras, donde se reproduce a gran escala el antagonismo de Arhtur y George –tradición vs. modernidad, fe vs. razón, deber vs. sentimientos-

Resumiendo: Julian Barnes construye una novela rica y compleja, resuelta con brillantez, que puede verse desde tres vertientes: la novela de intriga y policiaca, la novela de personajes y la novela costumbrista. Una obra moderna que condensa todo lo mejor de la tradición novelística inglesa del XIX , narrada con agilidad e ingenio, que reserva al lector una sorprendente coda final. No en vano esta novela fue finalista del prestigioso Man Booker el año 2005.

PD: Sin despreciar la portada de Anagrama, vale la pena echarle un vistazo a la edición del libro en el Reino Unido, aquí y aquí.

jueves, 2 de julio de 2009

British Newspapers 1800-1900


La British Library, fuente de documentación y recursos importantísima, acaba de digitalizar y poner a disposición de los internautas más de dos millones de páginas de 49 periódicos y revistas nacionales y regionales de Gran Bretaña, que abarcan desde inicios del siglo XIX a inicios del XX: su nombre es 19th Century British Library Newspapers, y se puso en marcha el el pasado 18 de junio.


Las búsquedas en sí mismas son libres para todo el mundo, pero para poder acceder a los artículos, necesitas registrarte y pagar una suscripción:por menos de diez libras puedes consultar 200 artículos durante una semana, o 100 artículos en 24 horas por 7 libras. Eso, claro está, si no eres un universitario británico, en cuyo caso el acceso es gratuito; también se puede acceder de manera gratuita a los contenidos en las bibliotecas públicas del Reino Unido.

En cualquier caso, es una estupenda iniciativa que pone a disposición una cantidad de documentos de primera mano sobre la época.

Fuente: Beat.cat