miércoles, 16 de octubre de 2013

Mary Somerville, olvidada 'reina de la ciencia del siglo XIX'

Cada 15 de octubre se celebra a nivel mundial el día de Ada Lovelace —considerada la primera programadora—, con el objetivo de reivindicar el papel de la mujer en la ciencia tanto a lo largo de la historia, especialmente en aquellos campos tradicionalmente masculinos: matemáticas, física, tecnología, ingeniería, astronomía...

Si bien durante el siglo XIX las mujeres tienen gran visibilidad y reconocimiento en el mundo de las letras, no ocurre lo mismo con las mujeres científicas, si exceptuamos, quizás, a Florence Nightingale o Marie Curie. El pensamiento decimonónico consideraba, por un lado, que el cerebro femenino no era fisiológicamente apto para enfrentarse a problemas matemáticos, o para la investigación; por otro, existía el temor de que al asimilar todos esos conocimientos la mujer (de naturaleza frágil y tierna constitución) pudiera de algún modo perder su feminidad (me temo que esas ideas todavía perviven de algún modo en forma de prejuicios).

Así, como evento del día de Ada Lovelace, reivindicaremos la figura una científica excepcional: Mary Fairfax Greig Somerville (1780-1872). Matemática y astrónoma escocesa de formación autodidacta, tuvo una especial relación con la joven Ada Lovelace: Somerville la inspiraría y animaría a seguir estudiando, además de ponerla en contacto por primera vez con las ideas de Babbage.

Trabajadora incansable y apasionada, fue una de las mentes más notables del siglo XIX . A pesar de los prejuicios de la época, gozó de gran reconocimiento y sus publicaciones —de gran valor divulgativo— fueron referente en escuelas y universidades.

Aquí y aquí, podéis leer sobre su vida.

Y no os perdáis este post, muy completo, en el blog "Filosofía, Ciencia y género"



Mary Fairfax, Mrs William Somerville. Retrato de Thomas Phillips, 1834.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El Museo del Romanticismo de Madrid: club de lectura de '1840'

A partir del 16 de octubre, el Museo del Romanticismo ha organizado un club de lectura entorno a 1840.La Rosa Secreta (gracias a la colaboración de nuestros editores); es gratuito, y está destinado a jóvenes entre 17 y 21 años. El sábado 16 de noviembre los autores nos desplazaremos hasta allí para charlar con los participantes. Y de paso, visitar el museo.


Fachada del museo, en la C/ San Mateo, 13 de Madrid

“El Museo Romántico fue creado por  Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer, II Marqués de la Vega-Inclán (1858-1942), por donación al Estado en 1921. (…)

Con el transcurso de los años, la colección del Museo ha ido enriqueciéndose con todo tipo de adquisiciones, donaciones y depósitos, que logran completar la visión global que la institución quiere ofrecer a sus visitantes sobre el Romanticismo en España, enfatizándose así su condición de Casa-Museo.

El Museo Romántico cerró sus puertas en 2001 para acometer una reforma integral del edificio, que también incluye una reordenación de sus salas y del discurso expositivo. En 2009 se produce su reapertura, bajo la nueva denominación de Museo de Romanticismo”.


Una de las salas del Museo del Romanticismo

Nos encantó que el Museo nos hiciera esta propuesta, pero aún más cuando indagamos un poco en la Red y descubrimos su vitalidad; actividades, emplazamiento, didáctica y colecciones.

En la web (no os dejéis disuadir por su aspecto “ministerial”) se puede encontrar toda la información necesaria para preparar vuestra visita, . Cuentan con una tienda donde para adquirir sus publicaciones y objetos de regalo, y lo que nos parece más interesante: el “Café del Jardín”, donde poder transportarse al siglo XIX mientras tomas una taza de té.

Acceso online al catálogo, y todas las facilidades para aprender más sobre el siglo XIX: iniciativas como "la pieza del mes", conciertos, incluso un certamen de microrrelatos de terror, ahora que se acerca la festividad de Todos los Santos. Sin olvidar su activa presencia en redes sociales (Facebook, twitter, flickr y Youtube), y la sensación de una buena comunicación con visitantes y curiosos; invitan a participar en las actividades, pero también están abiertos a sugerencias de mejora, y dispuestos a resolver todo tipo de dudas sobre el museo y sus colecciones.

Ya os contaremos nuestra experiencia, pero creo que será estupenda. Seguidles, aunque no estéis en Madrid, se pueden descubrir muchas cosas sobre el siglo XIX. Y no dejéis de visitarles, aunque sea de manera virtual.

Pero TODO LO QUE OS HEMOS CONTADO, lo podéis ver en este vídeo, mucho mejor (y ampliamente) explicado:




En este enlace encontraréis un álbum de fotos de "Anacrónicos Recreación Histórica", en el día de los museos: 


El Museo, como hemos dicho, es una institución abierta: se puede colaborar como voluntario, asociarse a los amigos del museo, o convertirse en mecenas. Toda la información, aquí.

Y una visita rápida al Museo, amenizada con música:






martes, 1 de octubre de 2013

Una princesa africana en la corte de la reina Victoria

Sara Bonetta Forbes (o Forbes Bonetta) fue una princesa yoruba que llegó a ser ahijada de la reina Victoria. Huérfana a una temprana edad y esclavizada por el rey de Dahomey, su vida se cruza con la del capitán Frederick E. Forbes, que logra convencer a su captor de que la ofrezca como regalo para la reina de Inglaterra (será este capitán el que la rebautice como Sarah Forbes Bonetta —HMS Bonetta era el nombre del barco—).


Sarah Forbes Bonetta

La historia parece que tuvo bastante repercusión en la época, y estaba enmarcada en el proceso de persecución de la trata de esclavos. Por supuesto, la reina Victoria decide hacerse cargo de su educación y protección, y es enviada a una escuela en Sierra Leona, aunque poco después regresaría a Inglaterra.

Desde el primer momento la niña da muestras de una inteligencia excepcional: aprende inglés con mucha facilidad, y tiene especial aptitud para la música; supera ampliamente a los niños de su edad y causa admiración en sus profesores.

A los 18 años recibe una propuesta de matrimonio de parte de James Davies, un riquísimo hombre de negocios que vive en Inglaterra. A pesar de las reticencias iniciales, la boda termina celebrándose en Brighton, y la ceremonia se convierte en un gran acontecimiento. Se trasladan a vivir a Lagos, y recibirá permiso real para llamar Victoria a su primera hija, que también será ahijada de la reina.

Aunque no he podido encontrar información de ella en castellano, su historia es muy interesante: ni en el arte, la literatura o la política de la época se encuentran personajes de origen africano, pero eran más comunes en la Inglaterra victoriana de lo que pueda parecer. Porque si bien el siglo XIX supone el fin de la esclavitud y el comercio de personas en el Imperio Británico, el florecimiento del “racismo científico”, o el colonialismo, no ayudó a darles visibilidad. La figura de Sarah Bonetta Forbes es probablemente muy romántica —la princesa africana, su genio superior; también el punto de paternalismo colonial— pero debe haber muchas otras historias, quizás más prosaicas, de negros británicos victorianos.

Más fotografías de Sarah Forbes: http://www.ladysarahforbesbonetta.blogspot.com.es/

Su vida en: At Her Majesty's Request: An African Princess in Victorian England, de Walter Dean Mayers (inglés)

Imprescindible el vídeo de la National Portrait Gallery, donde explica toda su historia: